19 sept 2011

Volvemos con creepy-pasta!!!!

Hola amigos y amigas.

Bueno, después de tener este tema "olvidado", hoy volvemos a la carga con él. Hoy no voy a buscar ninguno en concreto porque ya no recuerdo los que recopilé la última vez xD.

Sin más empezamos.


100.000
Puede ocurrir que una mañana usted despierta solo en casa. Esto podría ser normal en función de su situación, pero esta mañana será diferente. Si bien su entorno parece exactamente igual, se dará cuenta de que todo está más tranquilo de lo normal. Si sale, se dará cuenta de la ausencia de todo ser vivo, pájaros, insectos, animales, personas... Solo el mundo y usted.
En este momento hay más de 100.000 casos de personas desaparecidas en los Estados Unidos. Algunos son sólo los casos normales de asesinatos o secuestros, pero en otros, la desaparición no se puede explicar ni los restos de la persona se encuentran jamás.

SIN ALIENTO
31 de octubre de 1979 , víspera del día de todos difuntos. Como todos los años, Sara se dirigió al cementerio para visitar la lápida de su difunta madre. Era una chica tímida, cuya mirada transmite dolor y sufrimiento, pero sobre todo como una especie de miedo a lo desconocido. Sara estaba destrozada, ya que su vida precisamente no era de color de rosa, su conflictivo padre, que era un alcohólico empedernido y la extraña enfermedad que supuso la muerte de su madre cuando aún era una niña, hicieron de ella una chica solitaria y sin ninguna ilusión en la vida. Sus grandes pasiones, la lectura y la escritura, le ayudaban a sumergirse en un mundo entre lo ficticio y lo real, lleno de una especie de magia y fantasía hipnótica pero a su vez de una rotunda y oscura soledad y tristeza. Todo esto, junto a una muñeca de trapo que le regaló su madre antes de morir, y la compañía de su gato, hacían que Sara tenga una vida más llevadera. Pasaban las horas y empezó a escuchar voces que procedían de algún lugar de la casa. No daba crédito a lo que estaba sucediendo, esas voces le avisaban de un acontecimiento terrible. Sara estaba tremendamente asustada. Se encontraba sola, y las voces eran cada vez mas persistentes. Sólo pensaba una cosa, que todo era producto de su imaginación. Ya tanta era la curiosidad por saber qué se ocultaba en la casa que no esperó mas; y esa misma noche, noche de todos los difuntos, buscó ese lugar de donde procedían aquellas misteriosas voces. Subió por unas escaleras que conducían al desván y revolviendo cajas y más cajas, encontró un antiguo álbum de fotos. Con bastante inquietud Sara abrió aquel libro. Su sorpresa fue aún más grande cuando observó en aquel libro, fotos de ella por todas partes. Eran fotos hechas desde su nacimiento; conforme iba pasando las hojas, más sorprendida estaba. Las fotos que estaban viendo sus propios ojos eran fotos del pasado, pero también del presente; era como si cada momento importante de su vida estuviera contenido en esas fotos. Estaba perpleja y no se explicaba cómo podían estar en ese viejo álbum, fotos realizadas en ese mismo día en el cementerio. Conforme iba pasando las hojas se acercaba las últimas páginas. Con bastante nerviosismo, se dirigió a la penúltima página. Se quedó petrificada al verse en una fotografía de ella misma leyendo el libro en ese mismo instante. Estaba tan asustada que no podía creer lo que sus ojos veían. El reloj empezó a sonar, anunciando las campanadas de las doce de la noche. De repente, en la última campanada se escucha un chasquido en el fondo del pasillo. Sara se quedó en silencio, y muy asustada observó cómo la ventana del desván se abría por la fuerza del viento. De repente se apagaron las luces de la casa. El viento rugía sin cesar, y una voz que procedía del pasillo decía así: “Sara... Sara...” Era una voz profunda y tenebrosa, como si fuera de ultratumba. Asustada, encendió la luz y empezó a escuchar otra vez esa voz en el pasillo. Como si estuviera hipnotizada, se dirigió al pasillo, y de repente otra vez la luz volvió a apagarse. Las puertas se abrían y cerraban continuamente, era una situación realmente escalofriante. La luz no respondía, por lo que fue a encender una vela y su sorpresa fue aún mayor cuando al prenderla encontró al final del pasillo a un individuo encapuchado frente a ella: ¿Quién eres? ¿Qué quieres? Exclamó Sara. De repente aquel individuo encapuchado se levanta la capucha y avanza hacia Sara… ¡No puede ser! Grita ella. Era imposible lo que veían sus ojos. Su rostro quedo desencajado tras verse reflejada en la cara de aquel individuo. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo de arriba abajo. En un momento empezó a aparecer una niebla que se va espesando poco a poco. ¡Nooooooo...! Sara cayó desvanecida al suelo. A la mañana siguiente, la alarma saltó en el pueblo al encontrar un cuerpo hallado sin vida en las vías del tren, y junto a ella un álUna ráfaga de viento abrió con furia el álbum, hasta quedar la última página al descubierto, donde había una foto de ese mismo instante en la que ponía: “1 de noviembre de 1952 día de todos los santos. Atrapada en un mundo paralelo”. El cuerpo hallado era el de Sara Kelles. Las autoridades se quedaron impactadas ya que que la joven que habían encontrado había muerto en extrañas circunstancias 27 años atrás, según la documentación policial.

DAME LA MANO
Una chica se queda a dormir en la casa de su amiga después del colegio, entre juegos y risas acaban contando historias de terror por lo que ambas se van a dormir bastante asustadas. Las dos se acuestan en la misma habitación aunque lo hacen en camas separadas porque la hermana de una de ellas había fallecido el año pasado en un trágico accidente doméstico y la cama quedaba libre.
Mientras tratan de conciliar el sueño comienza una tormenta y entre el miedo que les ha producido contarse historias de miedo y los truenos que empiezan a sonar, ninguna de las dos puede dormirse. Cuando el sonido de la tormenta se hace más intenso ambas empiezan a temblar de miedo y una de ellas asustada le dice a la otra:
“Dame la mano”
Ambas estiran sus brazos desde sus camas para consolarse y protegerse la una a la otra, mientras se dan la mano su miedo parece desvanecerse por lo que finalmente a altas horas de la noche ambas se quedan dormidas.
A la mañana siguiente se despiertan con total normalidad, el día parecía haber aclarado por lo que deciden salir a jugar al jardín de casa. Pero antes la madre les prepara un desayuno que ambas comparten mientras recuerdan el susto que pasaron la noche anterior.
“Menos mal que me diste la mano anoche, me moría de miedo” – dijo una de ellas.
“Gracias a ti amiga, yo estaba tan asustada como tú”
La madre que escucha la conversación les pregunta si han movido las camas, ya que están muy separadas la una de la otra y sería imposible que sus cortos bracitos se alargaran tanto como para que se pudieran dar la mano estando acostadas.
Las dos amigas confundidas vuelven a la habitación y prueban a darse la mano nuevamente estando tumbadas. A ambas les recorrió un escalofrío por la espina dorsal al comprobar que sus manos quedaban a casi un metro de distancia con los brazos totalmente estirados.

NO VAYAS A LA COCINA
Una niña pequeña estaba jugando tranquilamente en su habitación hasta que su madre le llama desde la cocina, así que como buena niña baja rápidamente las escaleras para encontrarse con ella. Mientras ella corre por el pasillo se abre de la nada una pequeña puerta que guiaba bajo las escaleras, saliendo de ella una mano que la tira hacia dentro. Es su madre. Le susurra a la niña,

"No vayas a la cocina. También lo he escuchado."

VENTANAS
Un hombre fue de visita a otro pueblo, y para devolverse, tuvo que caminar por el bosque. Como no conocía bien aquellos lugares, se perdió entre la maleza. El hombre estaba muy preocupado porque ya se iba a hacer de noche, entonces, encontró un claro y en él, una casita de madera. Tocó a la casa, pero nadie salió a abrirle; entonces forzó la puerta, resultando esta abierta.
La casa era de un solo cuarto, con extraños retratos de gente que parecía verlo con una horrible mirada; todos los retratos parecían haber sido tomados en ese mismo bosque.
El hombre fue rápido a la cama y se tapó para no ver los retratos que cada vez parecían más estarlo viendo.
A la mañana siguiente, al hombre le dio curiosidad de ver si los retratos se veían igual de feos a la luz del día, pero resultó que en la casa no había ni un solo retrato, sino muchas ventanas al exterior.

CARL EL CONEJO
En los años 50 en estados unidos, ocurrió la masacre de una familia (tenían un apellido muy común por esos lados, Jonson, Smith, o algo así) el gobierno intento ocultar bien esta noticia, ya que había sido causado por sus investigaciones.
Todo comenzó cuando un grupo de científicos necesitaba saber como afectaba al cuerpo un producto que habían hecho para algo del cerebro (no me acuerdo que), se lo probo en dos sujetos que cobraban por dejarse hacer pruebas en ellos.
Al hacerlo uno de ellos empezó a tener convulsiones y tuvieron que internarlo. Pero en cambio, el otro no sintió nada, se quedo completamente bien…
Aquí viene lo malo… (Voy a empezar a llamar al tipo Carl) Lo que voy a contar es lo que la hija del tipo, única sobreviviente, y los análisis del caso pudieron sacar.
Carl llego a su casa y empezó a descomponerse y vomitar, así que se acostó en la cama, al rato sale rápidamente por la puerta sin decir nada.
Después de seis horas regresa vestido de conejo, su esposa empieza a preguntar que era lo que estaba haciendo, pero el no contestaba, esta agarro el teléfono y marco a la policía, pero apenas empezó a hablar se escucho un golpe.
Carl había agarrado un hacha y cortado la cabeza de su esposa, después agarro a su hijo,
Lo llevo al baño y ahogo en la bañera, cuando volvió al living vio a su hija llorando y se saco la mascara de conejo, agarro un papel escribió algo y se lo entrego a su hija. Fue a su cuarto saco un revolver y se pego un tiro.
¿Que decía el Papel?
“Este no es Papi, Este no soy Yo, te adoro hijita”

Bueno gentecilla, con esto doy por terminada la actualización de hoy. Espero que os hayan gustado y... Nos vemos en la próxima actualización lml.

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