Zombis (Renovado)

Hola amigos y amigas.

Bien, antes de empezar... Si, he cambiado el fondo, me gustaría conocer opiniones xD.

Bueno, ahora sí vamos al meollo de la entrada.

Debido a ciertas críticas (constructivas eso si y no por aquí, que eso también xD) he decidido modificar un poco la historia y me gustaría saber VUESTRA OPINIÓN. Aquí os la dejo y por favor, no seáis tímidos y COMENTAR y DARME OPINIONES.

Antes de que empecéis... Quién ya la haya leído verá que el principio es el mismo de antes, aun así leerlo todo y ya xD.

La humanidad se enfrenta a algo inimaginable, algo que no pensaban que fuera a suceder nunca, algo imposible. Si, muertos vivientes.

La gente se pregunta: “¿Cómo es posible?” “¿A qué puede deberse esta situación?”

La guerra bacteriológica está a la orden del día. Debido a los incontables experimentos que se hacen en este campo alguno se salió fuera de control, provocando así el fin del mundo tal y como lo conocemos hoy en día.

En algún lugar de España nadie sabía nada al respecto, con lo cual seguían viviendo sus vidas sin saber que, seguramente, pronto dejarían de vivir para empezar a sobrevivir.

Era un día normal en la vida de unos estudiantes, cuando de pronto alguien a quien nadie conoce se acerca a la verja del instituto. El conserje se acerca a ver que pasa y que era ese escándalo y, en ese momento, es donde termina su vida.

Un estudiante que estaba haciendo novillos ve lo que ocurre, así que decide ir a avisar a todo el mundo: al director del centro, a los profesores, alumnos… Obviamente le toman por loco y nadie le hace caso, así que coge a sus amigos más cercanos y les obliga a salir del centro para intentar llevarlos a un lugar seguro.

Uno de los profesores, al ver que el conserje tardaba demasiado, decide ir a echar un vistazo.
De repente, el conserje se levantó y se abalanzó sobre él, causando un infectado más. Debido a los gritos del profesor todo el mundo fue corriendo hacia las ventanas para ver que pasaba. Cundió el pánico, todo el mundo echó a correr desesperadamente para encontrar algún lugar donde poder esconderse y estar a salvo.

El chico que estaba de pellas (al que llamaremos Víctor) llevaba razón.

Cada minuto que pasaba había más y más de estos seres por ahí y estos, a su vez, provocaba que hubiera más.

Víctor, ni corto ni perezoso, decide que él y sus 2 amigos tenían que salir de allí sea como sea.

-Chicos, tenemos que salir de aquí sea como sea- dijo Víctor.

-¿Cómo esperas que salgamos de aquí si no tenemos nada? En cuanto nos movamos de aquí seremos pasto de esas cosas- replicó Cathy.

-Ella tiene razón, Víctor. Necesitamos algo con lo que poder intentar defendernos- dijo en último lugar Carlos.

-Lo primero que tenemos que hacer es montar una barricada con las mesas y las sillas de la clase y luego, cuando tengamos algo de seguridad, pensaremos en algún plan- prosiguió Víctor.

Los 3 estaban de acuerdo con el plan, así pues, los 3 se pusieron manos a la obra.

Carlos y Víctor se pusieron con las mesas, mientras que Cathy echaba una mano con las sillas. Trabajaron muy rápido y con mucha compenetración pero ni Carlos ni Cathy entendían porque Víctor se negó a mover una mesa.

Una vez levantada la barricada, y pensando que estaban a salvo, volvieron a emprender una conversación, esta vez para trazar un plan de escape.

-Bueno Víctor, ¿y ahora qué?- Preguntó Carlos. Tenemos la barricada, pero seguimos sin nada con que defendernos y, sin armas, no vamos a tener muchas posibilidades de salir de aquí con vida- continuó.

-No, en eso te equivocas Carlos. ¿Recuerdas que no hemos movido una mesa? El plan es, entre los 2, intentar quitarle las patas y usarlas a modo de bates hasta que encontremos algo más útil y fácil de manejar- replicó Víctor.

Carlos, como buen amigo que era, confiaba en Víctor de manera incondicional, así que se pusieron a descuartizar la mesa.

Después de varios intentos, y tirar de fuerza bruta, consiguieron sacar una de las 4 patas de la mesa.

-¡Bien! ¡Lo habéis conseguido chicos!- dijo Cathy, llena de ilusión.

Repitieron el mismo proceso para sacar otras dos patas, una para Carlos y la otra para Cathy.

Una vez “armados” se pararon a hablar una vez más.

-Bueno chicos, ahora, más tranquilos y más “seguros” vamos a pensar en algo para poder salir de aquí- dijo Víctor que, sin saberlo, se había convertido en el jefecillo del grupo. –Yo propongo que quitemos la barricada y corramos hacía el almacén del instituto, donde seguro que encontraremos algo más útil que las patas de una mesa.

-Mmm, no se. No creo que sea buena idea Víctor. En cuanto pongamos un pie fuera de aquí vamos a ser comida de esas cosas- dijo Cathy con voz temblorosa, llena de temor.

-Eso no podemos saberlo hasta que no lo intentemos Cathy pero, de lo que estoy seguro, es de que si nos quedamos aquí si que vamos a morir- la “regañó” Víctor.

-¡No! Yo tengo miedo. No quiero morir- le replicó Cathy mientras le caían lágrimas por las mejillas.

-¡Tranquilízate! No va a pasar nada mientras estemos los 3 juntos. No voy a permitir que nadie os ponga una mano encima a ninguno de los 2, os lo juro- replicó Víctor en esta ocasión.

-¿Lo prometes?- le preguntó Cathy.

-Te lo prometo, no os va a pasar nada mientras a mi me quede un hálito de vida- le respondió Víctor.

Una vez los 3 se pusieron de acuerdo Víctor y Carlos empezaron a quitar las sillas y las mesas de delante de la puerta.

Cuando sólo quedaba una mesa, la puerta se abrió de repente, saliendo Víctor y Carlos despedidos hacía atrás debido a la fuerza con que la puerta fue abierta.

De la puerta surgió un ser horrendo, totalmente desfigurado debido a la descomposición de la carne en su rostro.

-¡AHHHH!- gritó Cathy, totalmente paralizada por el miedo.

Víctor y Carlos se pusieron de pie de un salto, como si hubieran sido impulsados por un resorte.

Ambos se quedaron paralizados un momento al ver ese rostro desfigurado, ya que ninguno, sabía que era eso.

Ese ser se acercaba sin prisa pero sin pausa, andando lentamente con su cuerpo putrefacto. Cada segundo que pasaba esa cosa estaba más cerca de Cathy, al ver eso y, recordando la promesa que había hecho, Víctor corrió como un rayo contra esa cosa y le dio un golpe en la cabeza al ser que tanto los amenazaba.

Ese monstruo se desplomó en el suelo al instante y tanto Cathy como Carlos recobraron el juicio.

-Pues no son tan duros como parecían eh, ¡ja,ja,ja!- empezó a reírse Víctor.

De pronto, Carlos y Cathy vuelven a quedarse paralizados.

-Chicos, ¿Qué pasa? ¿Y esas caras?- Preguntó Víctor con preocupación.

Ambos le hicieron señas para que mirase a su espalda, este se giró y gritó: “¿Cómo es posible? Debería estar muerto.

Víctor, actuando por instinto, le dio un empujón alejándolo de él y consiguiendo así cierta distancia entre los 2.

Una vez hubo parado volvió a caminar hacia ellos, con su paso pausado de antes.

Una vez más, Víctor se armó de valor y corrió hacía el otra vez pero esta vez en lugar de darle un golpe le hizo un placaje provocando que el ser cayese en el suelo y una vez lo tuvo así… Le ensartó la pata en el cráneo, como si fuera Excalibur antes de ser sacada por el rey Arturo.

Los 3 estudiantes escucharon un crujido, señal inequívoca de que el cráneo de aquella cosa había sido atravesado.

Sacó la pata de ese cráneo lo más rápido que pudo y volvió dentro de la clase con sus 2 compañeros.

Después de estar un rato prudencial observando ese cuerpo tirado en el suelo… No se volvió a levantar.

Bueno, esto es lo que llevo por ahora. No olvidéis darme vuestras opiniones y sobre todo, ser sinceros.

Gracias y hasta la próxima.